Jornadas de reflexión

“Ramón  es un niño 10 años que cursa tercero de primaria (el grado varía según donde se realizó la reflexión), comparte el salón con 33 estudiantes, y en general se relaciona con todos sus compañeros. Sin embargo en un trabajo de Matemáticas, se molesta con su compañero Pedro, porque  no cumple con la tarea asignada. En este contexto Ramón decide manifestar su malestar. Pedro se ofusca y comienza a insultarlo. El resto de los estudiantes también forman parte de la situación y a través de aplausos y gritos tratan de fomentar una posible pelea. Pese a toda la presión generada en su entorno. Ramón mantiene la calma y hace caso omiso de las provocaciones, por el contrario, baja la voz y usa palabras conciliadoras para posibilitar un acuerdo. Hace ver a Pedro la necesidad de unir esfuerzos para aprender y trabajar cooperativamente, por otra parte le explica la importancia de resolver conflictos de manera amistosa sin faltar al respeto al otro”.